¿Se te puede reconocer una incapacidad permanente absoluta por depresión? En este artículo vamos a analizar en qué consiste la incapacidad permanente y en qué casos puede derivar de una depresión.
A tu favor debes saber que cada vez es más frecuente que se solicite el reconocimiento de incapacidades permanentes por trastornos depresivos, de ansiedad o adaptativos. Esto implica una mayor sensibilización por parte de la sociedad y de los tribunales.
Entremos, pues, a analizar cómo se puede solicitar el reconocimiento de esta situación y cuáles son sus efectos.
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La incapacidad permanente es una de las prestaciones que reconoce el sistema de la Seguridad Social a favor de los trabajadores afiliados. Para poder solicitar su reconocimiento es necesario que un proceso patológico haya afectado negativamente a tu capacidad laboral.
Además, el requisito para que se conside permanente la incapacidad es que la pérdida de capacidad laboral sea previsiblemente definitiva. En realidad, bastará con que la recuperación no se presente como probable en un plazo de 545 días (un año y medio).
Si te puedes recuperar antes de transcurrir ese plazo lo que se podría reconocer es una incapacidad temporal. Esta tiene una duración de 365 días, aunque puede prorrogarse durante otros 180 si se prevé que podrás recibir el alta médica por recuperación.
De ahí el plazo que señalábamos, ya que en caso de agotarse la incapacidad temporal, esta debería revisarse para dar paso a la permanente.
En resumen, el primer requisito para que se te reconozca una incapacidad permanente absoluta por depresión es:
Al contrario de lo que ocurre en una incapacidad temporal, las incapacidades permanentes deben graduarse. El grado atribuido dependerá de tu pérdida de capacidad de trabajo. Además, cuanto más elevado sea el grado reconocido más cuantiosas serán las prestaciones.
Así, existen cuatro grados de incapacidad permanente:
En definitiva, las prestaciones a las que tendrás derecho si se te reconoce una incapacidad permanente por depresión dependerán del grado en que se valore esta.
Estas pensiones se abonan mientras perdure la situación de incapacidad permanente. Si antes de recuperarte cumplieras la edad de jubilación se cambiarían por esta.
Ya has visto que la incapacidad permanente absoluta por depresión es el supuesto más grave de los que hemos estudiado. Por eso su pensión es la más elevada y su reconocimiento es el más complejo.
A la hora de solicitar esta clase de prestaciones va a resultar fundamental que documentes todo el proceso médico. Cada vez que te den una baja te entregarán partes de baja y de confirmación que deberás entregar en la empresa, quedándote una copia.
Guarda estas copias junto a los informes médicos, y no dudes en acudir a profesionales privados si consideras que no estás recibiendo suficiente atención desde la Seguridad Social o la Mutua.
Si contratas de inmediato a un abogado laboralista este podrá ir preparando el expediente con el que posteriormente solicitarás la prestación.
En el caso de que vayas empalmando bajas es fácil que sea el propio Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) quien tramite tu incapacidad permanente. Si no, tendrás que promover el trámite de solicitud.
Sea cual sea el medio por el cual se inicie el expediente, el INSS va a comprobar a través de su Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI):
En el caso de que no se te reconozca la incapacidad permanente absoluta por depresión podrás presentar un recurso. Estos se resuelven primero por la vía administrativa (para la que no necesitas abogado) y luego por la judicial.
Nuestro consejo es que trabajes desde el principio de la mano de un laboralista con experiencia en prestaciones de la Seguridad Social.
Una vez se te reconozca la incapacidad permanente tendrás que someterte a revisiones periódicas. La primera suele producirse en un plazo de entre 6 meses y 2 años.
Si en algún momento se determina que has recuperado tu capacidad laboral (total o parcialmente) se te podrá denegar la incapacidad permanente o degradarla. En caso de que hayas empeorado se podría subir el grado hasta incapacidad permanente absoluta.
Antes de solicitar tu incapacidad permanente absoluta por depresión debes tener claro que los Tribunales han reconocido estas situaciones con anterioridad. Sin embargo, reservan esta calificación para los casos más graves de depresión.
Por eso será necesario que un facultativo te haya diagnosticado un trastorno depresivo mayor. Además, en los informes médicos deberán quedar reflejados los impedimentos y disfunciones derivadas de tu proceso patológico, quedando claro que te impiden desarrollar funciones laborales.
La gravedad de la patología es, por tanto, el primer elemento que tendrá en cuenta el Juez (como ocurre con el EVI). El segundo elemento a considerar, de nuevo, será la duración del proceso.
Para que se conceda una incapacidad permanente absoluta por depresión es necesario que el proceso sea crónico. Es decir, deberá presentar una evolución desfavorable desde, al menos, los dos últimos años.
En general también se valorará:
Para acreditar la concurrencia de todos estos elementos se tendrá en cuenta la documentación médica que hayas ido reuniendo durante el proceso.
¿Se puede considerar que tu depresión es una Enfermedad Profesional o Accidente de Trabajo? En nuestros artículos podrás encontrar la respuesta a esta y otras preguntas.
Podrás conocer detalles como:
- La definición de un Accidente de Trabajo.
- Cuánto se cobra por accidente laboral.
- Cómo funciona la baja por accidente de trabajo.
- En qué consiste una Enfermedad Profesional.
- Los beneficios del reconocimiento de una Enfermedad Profesional.
Enfermedadprofesional.com
Si quieres consultar jurisprudencia y Sentencias en torno a la incapacidad permanente absoluta por depresión puedes hacerlo a través de estos enlaces:
Sí: cuando la depresión imposibilita que la persona trabajadora preste sus servicios, puede ser causa de incapacidad. En estos casos, la persona afectada se deberá someter a observación y atención sanitaria, que podría conducir a la declaración de una incapacidad temporal o, en los procesos de duración más larga, una incapacidad permanente.
Es posible que la incapacidad no se reconozca automáticamente. En este caso, la persona afectada debería contratar a un abogado especializado en incapacidades. Se deberá impugnar la resolución de la Seguridad Social, y si se hace con éxito se tendrá derecho a cobrar la correspondiente pensión o prestación.
Sí. Siempre que estés afiliado/a y en alta tendrás derecho a la protección de la Seguridad Social mientras te encuentres impedido/a para el trabajo. Se deberá determinar el origen de tu dolencia para saber los requisitos y derechos que tendrá la correspondiente prestación o pensión.
Sí, siempre que estés afiliado/a y en alta y la depresión te impida trabajar. En estos casos puede ser más difícil obtener la prestación que cuando la persona afectada trabaja por cuenta ajena. Sin embargo, es perfectamente viable que pidas la incapacidad y cobres la correspondiente prestación o pensión de la Seguridad Social.
La prestación o pensión depende de la duración del proceso. Así, estamos ante incapacidades temporales cuando la baja no vaya a ser superior a 365 días, prorrogables en otros 180 días si se entiende que se puede producir el alta. Cuando se entienda que la baja puede ser más larga, corresponderá reconocer una incapacidad permanente (si bien esta se revisará en caso de mejoría).
De ahí que sea importante contar con la asistencia de abogados especializados en la materia y, en su caso, peritos médicos. La ayuda de especialistas facilita el reconocimiento de prestaciones.
La jurisprudencia requiere un trastorno depresivo mayor. En el caso de las incapacidades permanentes se requerirá que el proceso sea crónico. También se tendrá en cuenta la respuesta a los tratamientos, las limitaciones que suponga el proceso para el desempeño de las tareas laborales y la existencia de riesgos o intentos autolíticos.
La asistencia letrada es fundamental para que se reconozca la prestación y se abone en el grado debido. Tu abogado podrá ayudarte a demostrar que tu estado de salud te incapacita para realizar adecuadamente tus tareas. En su caso, podrá acreditar la responsabilidad de la empresa o terceros, lo que podría llevar a un incremento en la prestación o a la posibilidad de depurar responsabilidades.
Tengamos en cuenta que muchas personas tienen problemas para que se le reconozca esta clase de incapacidad. Precisamente en estos casos es cuando se vuelve imprescindible contar con apoyo técnico.
Sí, se puede trabajar con depresión mayor, pero lo idóneo es solicitar la baja por depresión. Aunque nada impide a una persona trabajar con depresión mayor, lo mejor es que solicite la protección de la Seguridad Social.
Trabajar en este estado puede ser contraproducente para la empresa y la persona afectada, además de ser peligroso para la última. Además, nuestro sistema de Seguridad Social cuenta con herramientas para ayudar a las personas que atraviesan un proceso depresivo crónico.
De modo que, aunque se puede trabajar con depresión mayor, lo mejor es contactar con un abogado especialista en Seguridad Social para estudiar la posibilidad de solicitar una baja y la correspondiente prestación económica.
Sí. Generalmente, deberían darte la incapacidad absoluta por depresión de forma automática, pero si no lo hacen puedes reclamarla con un abogado. Aunque el sanitario que te atienda puede empezar el proceso, en ocasiones esto no ocurre, o se entiende que tu depresión mayor no te inhabilita para trabajar. En estos casos deberías contactar con un abogado laboralista que pueda ayudarte.
No olvides que el proceso de reconocimiento de una incapacidad es de tipo administrativo. Esto significa que si la Seguridad Social no te quiere dar la incapacidad absoluta por depresión podrás impugnar sus resoluciones. Primero en vía administrativa. Y luego, si siguen sin darte la prestación, en vía judicial.
No exactamente, pero puedes anticipar tu jubilación o transformar la pensión de incapacidad permanente por depresión mayor en una pensión de jubilación. Habrá que estudiar tu caso concreto, así que lo mejor es que lo consultes con un abogado especializado en la materia.
Sí, aunque es difícil que la incapacidad permanente se reconozca en grado absoluto por esta causa, así que necesitarás la ayuda de un buen abogado. En nuestro artículo hemos explicado cómo pedir la incapacidad por depresión mayor, así que encontrarás toda la información sobre los requisitos y tus derechos.
El grado de minusvalía no está directamente relacionado con la incapacidad laboral, aunque pueden reconocerse ambos. Pero en estos casos habrá que estudiar tu situación específica, así que te recomendamos que contactes con un abogado laboralista.
La paga o pensión por depresión dependerá de factores como el grado de incapacidad reconocido, tu sueldo o la duración del proceso. También de cuestiones como la contingencia causante. Aunque en nuestro artículo hemos incluido algunas orientaciones, lo más recomendable es que contrates a un abogado con experiencia en el sector para que estudie tu situación y te dé una respuesta concreta.