El abogado laboralista es aquel letrado que se especializa en el campo del Derecho del Trabajo. Dadas las particularidades de este orden jurídico, contar con la asistencia de un laboralista con experiencia es capital siempre que vayamos a actuar en el orden social. Por ejemplo, necesitaremos sus servicios para:
En definitiva, todas las reclamaciones y asuntos legales que involucren el Derecho del Trabajo o de la Protección Social deberían dejarse en manos de un abogado laboralista.
El mundo del Derecho es muy amplio. Esto implica que los mejores profesionales tienden a especializarse en una o dos materias, aunque conozcan otros sectores del ordenamiento jurídico.
Así, la jurisdicción social tiene sus propias normas materiales y procesales y su propia doctrina. Lo que implica que un abogado laboralista debe conocer estas normas concretas y mantenerse al día respecto a la doctrina jurisprudencial en vigor.
Es más, generalmente es positivo que nuestro laboralista preste servicios en el partido judicial donde tengamos que actuar. De este modo podemos confiar en que conoce la práctica judicial del lugar, e incluso las tendencias de los diferentes actores que intervendrán en el proceso.
En resumen, siempre que tengamos que contratar servicios jurídicos resultará recomendable que busquemos a abogados especializados en la materia concreta. Especialmente en un sector del Derecho tan particular como el laboral.
Dentro de las áreas de especialización de los despachos de laboralistas podemos diferenciar:
Los abogados laboralistas pueden ayudarnos en dos momentos:
A nivel preventivo, la asesoría de un abogado laboralista es imprescindible para salvaguardar la seguridad jurídica de la empresa. Una planificación de la regulación de recursos humanos evitará muchas complicaciones en el futuro.
Además, los laboralistas especializados en empresas son quienes preparan planes de igualdad, protocolos de desconexión digital, planes de Prevención de Riesgos Laborales y otros instrumentos preventivos.
Desde la perspectiva de las personas trabajadoras, un laboralista puede examinar el contrato de trabajo antes de firmarlo. También puede informar de la legalidad de ciertas situaciones antes de que admitamos, por ejemplo, una modificación de nuestras condiciones de trabajo o un desplazamiento o de que solicitemos una excedencia o adaptación de jornada.
La ventaja de la asesoría preventiva es que nos evitará problemas legales. Gracias al consejo de un abogado especializado en el sector podremos actuar con la seguridad de estar dentro del marco legal, reduciendo o evitando riesgos innecesarios.
Pero si ya es tarde para recurrir a los servicios de asesoría preventiva, la asistencia de un laboralista todavía nos resultará de utilidad. Estos profesionales pueden negociar soluciones extrajudiciales a las diferentes contingencias que pueden aparecer en el marco de las relaciones laborales.
Sus habilidades de negociación resultarán útiles en el proceso de Mediación, Arbitraje y Conciliación, requisito imprescindible para presentar muchas de las demandas correspondientes al orden social. Y si tampoco se puede llegar a soluciones ante el SMAC, los expertos en Derecho del Trabajo son los más indicados para defender nuestros intereses en sede judicial.
Muchas personas buscan al “mejor laboralista” a través de Internet. Pero, lamentablemente, este enfoque es erróneo.
No existe tal cosa como “los mejores laboralistas”. Como hemos señalado, el Derecho Laboral es amplio, diverso y complejo. Lo que significa que un despacho de especialistas en Derecho del Trabajo puede ser idóneo para defender nuestros intereses en un caso pero no en otro.
De hecho, hay profesionales que se centran en campos muy determinados del Derecho del Trabajo. Por ejemplo, los Abogados de Seguridad Social son más competentes en materia de Protección Social que de relaciones laborales. Incluso, entre estos profesionales, hay Abogados especializados en Enfermedad Profesional o en Accidentes de Trabajo únicamente.
Por supuesto, esto complica la tarea de encontrar al laboralista indicado para nuestro caso concreto. Así que probablemente no nos quede más opción que buscar a varios profesionales y elegir al que más nos convenza.
Afortunadamente, en la actualidad es fácil encontrar perfiles de profesionales muy competentes a través de Internet. Esto implica que podemos contactar con diferentes especialistas sin movernos siquiera de casa.
Dado que nuestra respuesta puede haber sido descorazonadora, vamos a complementarla con algunos consejos para encontrar al laboralista indicado para nuestro asunto.
Si has leído la sección sobre los “mejores abogados laborales” imaginarás que no existe una respuesta a esta pregunta. Los honorarios del laboralista son los que determina el profesional en cada caso, ya que:
De modo que no podemos calcular el precio de un laboralista hasta que no estudia nuestro caso. Sin embargo, sí podemos hacer algunas aproximaciones:
Dentro del precio del laboralista debemos incluir una provisión de fondos. No siempre se cobra esta cuantía, pero es una práctica frecuente que el despacho pida 100 - 300 € para cubrir los gastos de preparación del asunto. Normalmente se nos devolverá la parte no gastada, aunque hay veces que el monto restante se aplicará al precio del laboralista o que se nos devolverá la provisión íntegramente.
Además, en algunas ocasiones va a ser necesario asumir algunos gastos adicionales. Los más frecuentes son los de Procurador, en caso de llegar a juicio, y los de Peritos Médicos, en caso de lesiones o patologías.
En cualquier caso, los honorarios del laboralista no siempre se cuentan sobre una base fija. Cuando hay cantidades en juego (por ejemplo, al reclamar salarios pendientes, una indemnización o una pensión) es común que nos cobren un porcentaje sobre el resultado.
Conviene que ante estas situaciones realicemos un estudio calmado de la situación. El pago sobre resultados tiene la ventaja de que no perderemos dinero si fracasamos en nuestra reclamación. De hecho, en ocasiones los abogados trabajan solo a comisión, para que no tengamos que pagar nada si no tienen éxito.
Sin embargo, esta forma de tarificar los servicios jurídicos hace más difícil calcular el precio final del servicio. Por eso recomendamos un estudio detallado cuando se nos ofrezca el pago a comisión o porcentaje de éxito.
En resumen, conocer los honorarios del abogado laboralista antes de estudiar el caso concreto es imposible. Lo que sí podemos hacer es solicitar un par de presupuestos y comparar las tarifas y la confianza que nos inspira cada profesional antes de elegir a nuestro laboralista.